19 de enero de 2013

Cómo pasar un ebook de formato Kindle a epub


Casi nunca recibo regalos en reyes, entre otras cosas porque mi cumpleaños es unos días después y mi gente se reserva los posibles obsequios. Sin embargo este año ha sido una excepción, y he recibido un regalo que me ha hecho mucha ilusión, un lector de ebooks. Un lector sencillito, sin grandes alardes tecnológicos, pero con una gran cantidad de libros almacenados.

Estaba entusiasmada con ese nuevo juguete que me abría una galería infinita de nuevas lecturas. La primera decisión que tomé, antes de sumergirme en ese mar inmenso de títulos y autores de todas las épocas, fue traspasar los libros que tengo almacenados en mi portátil. Y me llevé una gran decepción, porque desde mi flamante e-reader no podía abrir los archivos de los libros traspasados.

Suelo comprar mis libros en Amazon y en formato Kindle. Por dos motivos, porque son mucho más económicos y porque la mayoría son de escritoras noveles, generalmente amigas y conocidas, y los tienen publicados sólo allí. Por esta última razón, sobre todo, tengo almacenados en mi disco duro una buena colección de obras que puedo leer en mi portátil con una aplicación para Windows de tecnología Whispersync que Amazon facilita sin coste alguno para que las personas lectoras podamos adquirir los libros que tienen a la venta en su web.

Me gusta ser solidaria con mis amistades, pero no creo que sea justo, ni ético, ni moral, que tenga que volver a pagar un libro que ya he comprado sólo porque lo vaya a leer en un dispositivo diferente. Con los libros en formato papel eso no pasa. Lo puedo leer en el metro, en el autobús, en la cama o tendida en el sofá, y hasta puedo prestarlo a un amigo o a varios sin tener un sobrecoste. ¿Por qué no voy a poder leer "mis" libros, los que he pagado religiosamente, en el ereader que con tanta ilusión me han regalado mis hijos?

1 de enero de 2013

Comando Bruselas (2)


A las 3 de la tarde entrábamos en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas. Una vez pasados los controles, que son tan metódicos como en los aeropuertos, y hechas las fotos de rigor en el vestíbulo junto a las banderas de los paises que forman parte de la UE, nos dirigimos a la planta 4, donde íbamos a ser recibidos por Raul Romeva.

Durante un buen rato, mientras esperábamos, montamos una asamblea improvisada en medio del pasillo e hicimos las presentaciones. Fue todo muy espontáneo y simpático. Estábamos esperando que nos concedieran una sala para realizar la charla que teníamos programada, porque parece ser que habían surgido problemas y la sala que habitualmente ocupa el grupo Los Verdes/ALE no se podía utilizar. Los problemas estaban relacionados con ¡goteras!, aunque parezca increíble en un edificio tan moderno.

Finalmente nos acomodaron en una pequeña sala, más que suficiente para nuestro grupo. Mientras llegaba el eurodiputado Raul Romeva, que en esos momentos estaba ocupado en una comisión, nos explicaron cómo funciona el Parlamento europeo. Por ejemplo, que tiene 3 sedes. Estrasburgo es la sede oficial, donde se celebran las sesiones plenarias, pero la mayoría de las actividades de las comisiones parlamentarias y las sesiones plenarias adicionales se realizan en Bruselas, mientras que la Secretaría General está ubicada en Luxemburgo.